El 30 de abril de 1939 se disputó la primera edición de esta tradicional competencia, que recorrió las calles del departamento de Las Heras.
A poco más de una semana para que se dispute la 71ª edición del Gran Premio Vendimia, en el autódromo Ciudad de San Martín y organizado por el Automóvil Club Mendoza, es óptimo recordar la primera edición de esta competencia, la más longeva del automovilismo nacional, a pocos días de cumplirse 82 años de aquel acontecimiento.
El 30 de abril de 1939 un grupo de entusiastas del deporte motor se juntó en el norte de la provincia para comenzar a darle vida a esta gran carrera. El circuito elegido fue denominado “El Plumerillo”, en Las Heras, un trazado de 7.400 metros de longitud con siete curvas y diagramado entre las localidades lasherinas de El Plumerillo, El Algarrobal y El Borbollón.
“Ahí despuntaban el vicio todos los pilotos mendocinos de esa época. Y el primer Gran Premio Vendimia fue la piedra fundamental en lo deportivo del Automóvil Club Mendoza en el automovilismo nacional. Ahí nació la historia de este majestuoso Gran Premio”, recuerda José Domingo Pelliza, socio vitalicio, dirigente e historiador del Automóvil Club Mendoza.
“Ese circuito era sobre calles de tierra y los autos eran todos biplazas, se corría con acompañante. Entre los mendocinos más destacados en esa competencia, aparece el nombre de Nicolás Gullé, que corría con Pablo Gullé como acompañante; y otro piloto mendocino que fue una institución es don Victoria Galeazzi, que junto con Fosforito Fernández fueron los fundadores del Automóvil Club Mendoza”, añadió el Bebe Pelliza.
En ese primer GP Vendimia y luego de ocho giros al circuito, el triunfo quedó para el rosarino Rodolfo Martini, escoltado por el también santafesino Domingo Ochoteco, y los mendocinos Nicolás Gullé y Victorio Galeazzi. El circuito El Plumerillo se utilizó hasta 1948, es decir hasta la sexta edición del GP Vendimia, para pasar a otro trazado histórico como fue el del parque General San Martín.
Es importante destacar que el circuito donde se disputó aquella carrera que resultó la piedra fundacional, hoy ya no existe. Aquellas calles quedaron inertes ante el paso del tiempo y hoy son testigos ocultos de la creación de populosas barriadas e incluso el aeropuerto Francisco Gabrielli.
La épica es tan grande que de todos modos resiste ante el paso de los años y ya nadie podrá dejar de lado aquel emblemático Gran Premio, el que sin saberlo fue el primero de una larga e interminable historia, que en pocos días más volverá a escribir un nuevo capítulo.